Mi principal agradecimiento para todo el personal de la Sardá.
Su compromiso y predisposición, su profesionalismo, y sobre todo, la calidez con la que siempre me reciben hace que sea todo mas simple para mí.
Al Dr. Eduardo Valenti, director del Hospital, quien me apoyó y me abrió las puertas para poder contar al mundo sobre este gran lugar.
Al Dr. Rubén Almada, subdirector del Hospital.
A Jessica Campos Flores, Jefa de Urgencias, quien me ayuda siempre a moverme en este espacio tan habitual para ellos, pero tan poco habitual para el resto del mundo.
A todas las madres y padres que prestaron su colaboración para que a través de sus historias tan importantes y personales, el público pueda ver y conocer el enorme trabajo que se realizan en estos espacios.
A Adriana Beramendi, quien me abrió su historia tan profunda e intensa y me permitió retratarla para que ustedes la conozcan.
A Horacio Convertini, por confiar en mi trabajo y darle un espacio editorial tan importante, y por sus apreciaciones y sugerencias siempre tan bienvenidas.
A Miguel Frías, por su vital colaboración en la edición de mi nota en revista Viva.
A Gustavo Dembinski, Javier Basevich, y Matias Bohoslavsky, tremendos amigos que siempre son fuente de consulta a la hora de editar estos proyectos.